Nuestra Señora de Puerto Arturo.


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En Moscú, al cumplirse cien años del asesinato del último zar Nicolás II y de su familia, se ha inaugurado la exposición “Iconos de la época de Nicolás II” en el Museo Central de Cultura y Arte Antiguos de Rusia. Allí hay un icono mariano muy especial: la Virgen de Puerto Arturo.

El icono de la Madre de Dios de Puerto Arturo, en la exposición del Museo Central de Cultura y Arte Antiguos de Rusia

Una visión

En diciembre de 1903, desde la región de Besarabia en la frontera entre Ucrania y Rumanía, llegó al monasterio de las Cuevas en Kiev un hombre mayor llamado Fiodor. Cincuenta años antes, en su juventud, fue marinero y participó en la defensa de Sevastopol durante la guerra de Crimea. Había hecho un largo camino hasta el famoso monasterio, cuna de la cristiandad de Rusia, porque había tenido una visión.

Fue despertado por un ruido parecido a una ráfaga del viento apareciéndosele la mismísima Madre de Dios. La Virgen llevaba una túnica azul y capa marrón. Ella estaba a las orillas de un golfo, a lo lejos había una ciudad en llamas. En las manos desplegaba un pañuelo con la imagen de la Santa Faz de Cristo. Bajo sus pies había espadas desenvainadas. En el cielo los Arcángeles Miguel y Gabriel. Por encima de todo el Señor, Dios de los Ejércitos. Alrededor de la visión se leía: “Que permanezcan unidos el rebaño y su único Pastor”.

La Madre de Dios le dijo a Fiodor que pronto en las orillas de un mar lejano comenzaría una terrible guerra. Y que su visión habría de ser dibujada en un icono que habría de ser llevado a la ciudad de Puerto Arturo. Entonces la ciudad se encontraría bajo la protección celestial, y los guerreros cristianos vencerían a los paganos.

En el monasterio tomaron su relato con cautela. Continuamente recibían allí peregrinos con historias sobrenaturales y visiones. Y lo de una guerra con los japoneses, en diciembre de 1903, aún no estaba nada claro en Rusia. Pero el 8 de febrero del año siguiente, sin declaración previa, los japoneses atacaron por sorpresa a la flota rusa en Puerto Arturo.

Monasterio de las Cuevas (Kiev, Ucrania)

Un icono por suscripción popular

Al estallar la guerra se difundió el mensaje de Fiodor y los fieles empezaron a reunir fondos para pintar el icono según la visión y las instrucciones de la Virgen. La avalancha de los donantes fue tal que se decidió limitar los donativos a 5 kópeks. Diez mil personas aportaron su dinero, y el pintor P. F. Shtronda realizó el icono gratuitamente.

El proceso de pintado tuvo su serie de pequeños milagros. El autor testimoniaba que el viejo Fiodor que le acompañaba con sus instrucciones, a veces cogía el lápiz con sus dedos encorvados y trazaba líneas precisas que pocos profesionales alcanzarían.

Nuestra Señora de Puerto Arturo

En Semana Santa se bendijo el icono ya terminado, y éste se envió a San Petersburgo a la atención del almirante V. Verjovskiy (?).

Pero el almirante, que no era un hombre de fe, en vez de enviar el icono a Puerto Arturo como se pedía en la visión, lo expuso en su casa invitando a sus amigos a verlo, y proponiendo que se colgara en la Catedral de Nuestra Señora de Kazán.

La misión imposible de hacer llegar el icono a Puerto Arturo

La madre del zar Nicolás II, la emperatriz María Fiódorovna Románova, viuda del zar Alejandro III y cristiana ortodoxa devota, ordenó al vicealmirante Nikolay Skrydlov, que debía partir hacia Extremo Oriente en sustitución del malogrado vicealmirante Makarov, que entregara el icono en la catedral de Puerto Arturo. Tras una liturgia solemne la pintura dejó San Petersburgo el 12 de abril.

Resultado de imagen de María Fiódorovna Románova,

María Fiódorovna Románova

Pero Skrydlov, en vez de dirigirse a directamente a Oriente se dirigió a Crimea (su anterior destino era Comandante en Jefe de la Flota del Mar Negro), allí recogió sus muebles, documentos y familiares, partiendo definitivamente hacia su nuevo destino el 20 de abril. Demasiado tarde, ya que el 26 de abril llegó un último tren a Puerto Arturo, quedando la ciudad sitiada por los japoneses.

Skrydlov y el icono se dirigieron entonces hacia Vladivostok, el otro puerto ruso del Pacífico, sin conexión por tierra ni mar con Puerto Arturo, ya éste último se encontraba también bloqueado por la Flota Imperial Japonesa.

Se decidió que el icono se colocara en la Catedral de la Asunción de Vladivostok. La primera liturgia ante la imagen se celebró el 6 (19) de agosto, festividad de la Transfiguración.

Un grupo de jóvenes oficiales se presentó voluntario para llevar la imagen a la ciudad sitiada, pero el comandante prohibió la aventura por ser demasiado arriesgada. Se hicieron tres fotografías y una copia al óleo que fueron enviados por correo al cónsul ruso de la ciudad china de Chifu, para ser reenviadas a Port Arthur con embarcaciones chinas. Ninguna llegó a su destino.

La copia al óleo fue enviada en el vapor “Sungari”, cargado también con munición, harina y vodka. Un tifón le obligó a volver a su puerto de origen. En el segundo intento, ya casi a la vista de la fortaleza sitiada, fue ahuyentado por los buques japoneses que bloqueaban la entrada del puerto. Se comenzó a decir que las contrariedades se debían a que la Madre de Dios no había hablado de llevar una copia sino del icono original.

Toda Rusia se interesaba en el asunto. Las redacciones de los periódicos recibían sacos de cartas que preguntaban por la suerte del icono. ¿Acaso no habría nadie que cumpliera con el encargo de la Virgen?

Apareció un voluntario, veterano de la guerra, cincuentón, llamado Fiodorov. El 7 de noviembre, día de su llegada a Vladivostok, el comandante Skrydlov recibió un telegrama de la emperatriz viuda que le pedía confiarle el icono. El 22 de noviembre la pintura fue colocada en una funda especial y entregada a Fiodorov. Éste primero la llevó a Shangay en un vapor noruego, luego al puerto de Chifu. De allí partió en un barco chino, pero el viento les obligo a volver. Al día siguiente se repitió lo mismo. Se dice que las contrariedades se debieron a que la ciudad ya se había rendido.

Fiodorov decidió que el icono había de permanecer en el ejército y lo entregó al estado mayor del comandante en jefe Kuropatkin. Terminada la guerra volvió a la catedral de la Asunción de Vladivostok. En 1932 los comunistas cerraron la catedral, y en 1938 fue volada por los aires por los soviéticos. El rastro del icono desapareció, y también sus copias.

Hallazgo en Jerusalén

Hasta 1998. Ese año, en Jerusalén, un grupo de peregrinos rusos del Lejano Oriente entre los que se encontraba el párroco de la iglesia de la Asunción de Vladivostok y el párroco del Manto de la Virgen de Ussuriysk, reconocieron en una tienda de antigüedades el histórico icono de Puerto Arturo. Sin dinero ni tiempo, acudieron a la abadesa del monasterio ortodoxo Gornenskiy en Ein Karem, para pedirle comprar el icono. Y así, el 6 de mayo de 1998, el icono volvió a Vladivostok acompañado con una procesión y repiqueo de campanas.

En el centésimo aniversario de la aparición surgió la idea de cumplir con el mandato de la Virgen y llevar su imagen a Puerto Arturo (hoy la ciudad china de Luyshun). La imagen, bendecida en la catedral Marinera de San Nicolás de Kronstadt, viajó en un turismo privado atravesando toda Rusia. El 9 de mayo de 2003, se celebró una liturgia ante la imagen pidiéndole salvación para Rusia.

En el cementerio de de Puerto Arturo fue erigida en tiempos de Nicolás II una cruz de piedra. En su base había un mosaico con una imagen de la Nuestra Señora de Kazán, destrozado en los años de la “revolución cultural china”. En su lugar se colocó una copia especial de la imagen de Nuestra Señora de Puerto Arturo. Este suceso, se dice, provocó en Rusia una cadena de hallazgos de copias antiguas del icono (al día de hoy son unas ocho).

La advocación representada en el icono de la Virgen de Puerto Arturo es hoy una de las patronas del ejército ruso en Lejano Oriente. Por la bendición del patriarca Alexis II, su fiesta es el 29( 16) de agosto día de la Santa Faz de Cristo. Además, en la diócesis de Vladivostok se celebra el 17 de febrero – el encuentro del icono en Jerusalén y el 6 de mayo – su regreso a Vladivostok.

El icono de la Madre de Dios de Puerto Arturo tiene devoción en el ejército ruso de Extremo Oriente

Un pensamiento en “Nuestra Señora de Puerto Arturo.

  1. Muy interesante el artículo. La piadosa Rusia ya estaba en crisis, mira que no hacer caso de las visiones. Eso no hubiera ocurrido en otros tiempos.
    Bienvenido de vuelta, ya desesperaba de leer nuevos artículos.

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